En el artículo de hoy, nos adentraremos en el sector de la fabricación en química orgánica. Así pues, desde DC Fine Chemicals como expertos en la materia, trataremos de desgranar y ahondar en qué consiste la fabricación en química orgánica. Un campo que a priori puede resultar complicado de entender, pero estamos seguros que cuando acabes de leer este artículo entenderás el proceso.
Fabricación y síntesis química orgánica
Las fabricaciones en química orgánica consisten en sintetizar nuevas moléculas más complejas a partir de otras más simples, pero a gran escala (kilogramos o toneladas). Estas fabricaciones se apoyan en los conocimientos sobre síntesis química orgánica que poseen los desarrolladores, pero antes de proceder a fabricaciones a escala industrial, debe realizarse un estudio previo.
Así pues, este estudio previo consiste en diseñar el proceso de síntesis a partir de una búsqueda bibliográfica donde, si hay suerte, ya aparecen descritos estos procedimientos a pequeña escala (o más usualmente, parte de ellos). Si no, hay que basarse en procedimientos de moléculas parecidas.
A partir de este estudio, se diseña un proceso y se pone a prueba a pequeña escala (gramos) en los laboratorios de síntesis química orgánica. Una vez obtenido un diseño inicial y obtenido el producto a pequeña escala, este debe optimizarse para obtener el mayor rendimiento y pureza con el menor coste posible, sin descuidar los detalles de seguridad. Llegados a este punto, nos surgen las siguientes preguntas: ¿es un proceso escalable? ¿Se usan reactivos o procesos potencialmente tóxicos o peligrosos?
Después, debe escalarse hasta conseguir fabricar a una escala próxima al kilogramo (en un laboratorio kilolab) y debe validarse realizando lo que se llama un triplicado, ya que no son raras sorpresas y desviaciones del comportamiento al escalar el proceso.
Más tarde, si todo va bien, desde DC Fine Chemicals se realiza una transferencia de tecnología hasta una planta piloto o directamente a fábrica (según tamaño de los lotes a producir), en donde el equipo de ingenieros y operarios verificarán una vez más el proceso y lo adaptarán, si cabe, a las características de fábrica. En el desafortunado caso de que algo falle, hay que volver atrás, investigar qué ha pasado y por qué, y recomenzar las pruebas a nivel de laboratorio.
Hay que tener en cuenta que una fabricación no consiste solamente en sintetizar un producto. También hay que purificarlo y/o acondicionarlo hasta lograr una pureza y forma aceptables, realizar un análisis completo que demuestre que el producto cumple con los requerimientos que se le exigen, gestionar correctamente los residuos que se generan y gestionar la documentación relacionada con el mismo (certificados de análisis, fichas de seguridad…).