Todo cultivo necesita unos aminoácidos esenciales para poder realizar procesos tan importantes como la biosíntesis proteica. Por tanto, los aminoácidos son moléculas cuyo papel debe ser valorado y reconocido, pues de ahí se obtiene gran parte del rendimiento y la calidad de un proceso de cultivo celular. 

Para profundizar un poco más en la temática que envuelve los aminoácidos cultivo celular, te traemos este artículo. En DC Fine Chemicals sabemos cómo de fundamental resulta integrar dichas sustancias y entender su comportamiento. Visita nuestro blog para más información y conoce todos los servicios de uno de los fabricantes de química fina más reconocidos

Un refuerzo para el organismo

Tal y como se acaba de mencionar, los aminoácidos adoptan un rol sobresaliente en todo cultivo celular. Así, entendemos por cultivo celular aquel proceso o conjunto de técnicas que hacen que las células mantengan y preserven sus propiedades. Con ello las células en cuestión adoptan un carácter más viable, lo que permite trabajos de investigación y estudios que, sin duda, son de gran ayuda para el conjunto de la sociedad. 

Entonces, ¿qué lugar tienen los aminoácidos dentro del cultivo celular? Se trata de una figura básica dentro de los agentes que componen las proteínas, compuesta por un grupo carboxílico y otro aminoácido, que desarrollan funciones de carácter estructural, hormonal y enzimático. Partiendo de esta premisa, los aminoácidos cumplen varias competencias, entre las cuales destaca el hecho de dotar al cultivo de la suficiente energía para favorecer un desarrollo normal y correcto. 

En consecuencia, los aminoácidos refuerzan los mecanismos del organismo. Esto significa que cuando el metabolismo se altera ya sea por factores como la temperatura o la luz, así como bacterias u hongos, son los encargados de protegerlos. Por este motivo los aminoácidos resultan excelentes aliados, puesto que aportan la energía necesaria y el transporte de micronutrientes dentro de dicho organismo. 

A su vez, también son activadores de fitohormonas, lo que se traduce en potenciar las sustancias de crecimiento, al igual que el crecimiento radicular. Asimismo, los aminoácidos pueden actuar como reservorios de nutrientes. Esto es, albergando otros organismos. 

Poliaminoácidos y aminoácidos no naturales

Tal y como se ha mencionado unas líneas más arriba, los aminoácidos son componentes estructurales en las proteínas, por lo que su introducción en los medios de cultivo celular es imprescindible. 

Hablemos ahora de elementos que se engloban dentro de los mismos aminoácidos: los poliaminoácidos y los aminoácidos no naturales. Los primeros cuentan con propiedades similares a las que albergan las proteínas, resultando así ideales para la administración de ácidos nucleicos y de fármacos. Con ello se consigue mayor precisión en investigaciones, una solubilidad mejorada, una disminución en la toxicidad y una encapsulación y estabilidad para los fármacos. 

En cuanto a los aminoácidos no naturales, constituyen aminoácidos no proteinogénicos que pueden aparecer de forma natural o bien se pueden sintetizar químicamente. Gracias a sus elementos estructurales se pueden emplear como armazones moleculares o como productos activos farmacológicamente, abriendo así un amplio abanico de posibilidades enfocadas al desarrollo de prototipos nuevos de compuestos. En biología y debido a su diversidad estructural, pueden ser de gran ayuda para sondas moleculares, comprendiendo mejor la función de los organismos. 

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